A 100 Anos Del Genocidio, La Colectividad En Uruguay Busca Mantener

A 100 ANOS DEL GENOCIDIO, LA COLECTIVIDAD EN URUGUAY BUSCA MANTENER VIVAS SUS TRADICIONES, ENTRE ALEGRAS, ORGULLO Y DOLORES

Diario El País, Uruguay
20 marzo 2015

Un siglo de resistencia

Leonel Garcíadom mar 22 2015

Liliam recuerda a sus abuelos paternos, nacidos en Yozgat y llegados
desde el Líbano. Ellos vistieron de luto hasta sus últimos días, en
memoria de sus seres queridos degollados o que no sobrevivieron a la
huida por el desierto Deir el Zor. Berch aún ve a su padre, nacido
Harutiún y rebautizado Antonio al tocar tierra en Montevideo, con
15 años, sin saber español, con el oficio de sastre adquirido en los
barcos, una esquirla de granada en el hombro y el recuerdo del hambre
y las balas zumbando cerca de su cabeza, cuando era niño e iba a los
campos cercanos a buscar comida. Roberto tiene presentes los relatos
de su abuela materna Mariam; tanto, que puede trazar un mapa de su
escape del infierno turco y compartir su dolor de haber presenciado,
entre varias atrocidades, una matanza de mujeres embarazadas. Hagop,
un sirio que vivio en la Armenia sovietica, hoy es referente de
los suyos en esta parte del mundo. Y aún tiene grabada a fuego la
imagen de su abuela llorando y golpeandose el pecho por sus tres
hijos asesinados cuando estallo el primer genocidio del siglo XX,
repitiendo sus nombres: Sarkis, Zahak y Haikuri.

Liliam Kechichian, ministra de Turismo; Berch Rupenian, empresario
radial; Roberto Markarian, rector de la Universidad de la República;
y Hagop Kelendjian, arzobispo de la Iglesia Apostolica Ortodoxa
Armenia en el país; tan distintos ellos, tienen muchos puntos en
común solo por pertenecer a la colectividad armenia de Uruguay. Uno
es el orgullo por ser herederos de una nacion de riquísima historia,
identidad y acervo cultural. Otro es la satisfaccion de ser parte de
un colectivo absolutamente integrado a este país, al que reconocen no
solo haberles abierto las puertas sino el haber sido el primero del
mundo en reconocer el genocidio del pueblo armenio a manos del Imperio
Otomano –a pesar de no usar ese termino– en la ley 13.326 de 1965.

Y lo otro que los une es un dolor que el 24 de abril estara cumpliendo
un siglo, transmitido del llanto de sus ancestros, alimentado por
la rabia que provoca que Turquía –heredera del Imperio Otomano–,
y muchos otros países del mundo, aún no reconozcan la matanza de 1,5
millones de armenios entre 1915 y 1923. Mas aún, su lucha es contra
lo que llaman el negacionismo de ese país hacia el episodio que dio
nacimiento a la palabra genocidio.

“Lamentablemente, hemos llegado al centenario del primer genocidio del
siglo XX y aún Turquía continúa con su campaña negacionista”, subraya
Ruben Aprahamian, empresario y consul honorario de Armenia en Uruguay.

Cada uno de los integrantes de la diaspora –unos diez millones en
todo el mundo– es producto de un monton de circunstancias, algunas
heroicas, otras fortuitas, siempre dolorosas.

“No hay ninguna familia armenia que no haya sido tocada por la
tragedia”, afirma Ashot Mirkayan, un ingeniero nacido en Armenia hace
40 años y que hoy tiene en el Centro un local de comida típica. “Yo
diría que el ian de nuestros apellidos quiere decir: aca estamos
a pesar de nuestros pesares”, reflexiona la ministra Kechichian,
recordando las tertulias cargadas de nostalgia, tristeza y esperanza
que su padre, un zapatero de Malvín, sostenía con sus paisanos,
en su negocio y en su lengua natal.

La armenia es una colectividad caracterizada por su pujanza, capacidad
de adaptacion y resiliencia, muy expresiva tanto en sus manifestaciones
de alegría como de dolor. Pero tambien por haber estado historicamente
dividida por motivos políticos, religiosos y hasta personales; division
que con el tiempo, el recambio generacional y la implosion de la Union
Sovietica tiende a morigerarse. En todo caso, ese capítulo negro es su
mayor factor de convergencia. Andres Vartabedian, docente de Historia
Armenia del Colegio Nubarian, sostiene que mas alla del pasado común,
el acervo cultural, el idioma y alfabeto que datan del año 404, de la
religion cristiana que adoptaron en el 301 –fue la primera nacion que
adopto el Cristianismo como religion oficial, en medio de un vecindario
pagano primero e islamico despues–, sus danzas, gastronomía y música,
“el rasgo de identidad mas fuerte que la colectividad tiene hoy,
su mayor factor de union, esta vinculado con el genocidio”.

Historia.

Si bien los primeros armenios que llegaron a Uruguay lo hicieron a
fines del siglo XIX, la gran oleada ocurrio entre las decadas de 1920
y 1930, y se instalaron en barrios como La Teja, Cerro y La Comercial.

No hay registros oficiales, pero el Consulado Armenio calcula que
la integran entre 12.000 y 15.000 personas. Federico Waneskahian,
miembro de Causa Armenia y vinculado al club Vramian, una de las
instituciones mas importantes de la colectividad, dice que para 1985
“la mitad de los matrimonios en la Iglesia Armenia eran mixtos: ya
hacía mucho que había dejado de ser un colectivo endogamico”. Otro
síntoma de integracion.

Provenientes de una cultura que siempre se destaco en lo cultural, lo
artístico y lo arquitectonico, pronto debio desarrollar –como toda
poblacion inmigrante– grandes habilidades manuales para subsistir
en tierra ajena. “Nuestro mayor logro ha sido la gran integracion a
esta sociedad. ¿Quien no conoce a un armenio en Montevideo? ¿Quien
no tuvo un compañero armenio en la escuela, liceo o trabajo? Y
ha habido destacados integrantes de la colectividad en todos los
rubros: profesional, empresarial, academico, artístico; no tanto en
la política, donde no nos hemos vinculado demasiado”, señala Gustavo
Zulamian, presidente del Consejo Educacional del Nubarian, dirigente
de la Union General Armenia de Beneficencia (UGAB) y exeditor de la
revista Hay Endanik (Familia Armenia). La excepcion en este caso,
agrega, es Liliam Kechichian.

“Si hay una cosa que los armenios tenemos que agradecer fue el
recibimiento y la hospitalidad que nos brindo Uruguay”, subraya Berch
Rupenian. “Mi padre venía en un barco y quiso bajar en Brasil, pero
ahí había un cupo cerrado para los inmigrantes. Lo mismo le paso en
Argentina. Y en Uruguay no tuvo ningún problema”. Antonio Rupenian
con el tiempo sería un importante dirigente de la colectividad:
fundo la Audicion Armenia el 16 de junio de 1935 (“la primera
emision radial de la diaspora en el mundo”, resalta su hijo) y fue
el principal impulsor de la creacion de la Plaza Armenia (1971)
y la denominacion de Rambla Armenia (1972) al tramo costero sobre el
Buceo. El agradecimiento incluye el haber sido el primer país del mundo
en reconocer el genocidio, gracias a un proyecto de ley impulsado por
la Lista 99, de Zelmar Michelini y Hugo Batalla, entonces del Partido
Colorado. Solo unos veinte países en el mundo han seguido su ejemplo.

Una historia tan dolorosa como la armenia supo de divisiones internas.

La sovietizacion del país, tras una breve independencia entre 1918
y 1920, bajo gobierno de la Federacion Revolucionaria Armenia (FRA),
dejo heridas en toda la diaspora. En Uruguay, para varias instituciones
que se formaron posteriormente –como el Club Vramian, vinculado a
la FRA–, esto era una lesion a la soberanía; para otras, como las
aglutinadas en la Organizacion Multinstitucional Armenia del Uruguay,
la anexion (forzada) a la URSS era la única forma de asegurarse que
los turcos no terminaran de masacrar a los apenas 700 mil armenios que
quedaban en un territorio ya de menos de 30 mil kilometros cuadrados,
trece veces menos que en sus epocas de esplendor. El país ya había
perdido hasta el monte Ararat, su símbolo nacional, donde se dice que
se poso el Arca de Noe tras el Diluvio Universal. Gustavo Zulamian
menciono mas de una vez que la separacion era tal que practicamente
se podía hablar de dos colectividades.

Por caso, había dos audiciones radiales: la ya mencionada de Rupenian
(que desde 1957 se emitio por Radio Independencia, el emprendimiento
familiar que siguieron sus hijos) y la Gomidas por Radio Rural, que
respondía al Vramian. En Agraciada y Suarez hay dos colegios separados
por un muro: el Nubarian, bajo la orbita del UGAB, y el Nersesian,
perteneciente a la Iglesia Armenia; en su momento, el primero izaba
la bandera de la Armenia sovietica (aunque sin la hoz ni el martillo),
mientras que en el segundo se honraba la del breve gobierno de la FRA.

Esta la Iglesia Apostolica Armenia, la Iglesia Catolica Armenia
(que responde al Vaticano), una evangelica y otra protestante. “Hubo
diferencias sobre que bandera usar, que himno cantar, ademas de
rivalidades personales (entre referentes de la comunidad) que siempre
existieron. Eso de alguna manera perjudico al entendimiento conjunto”,
señala Zulamian.

Grandes referentes de la colectividad hoy minimizan esas divisiones,
asegurando que se han matizado. La independencia de Armenia en 1991,
tras el colapso de la URSS, puso fin a los enconos que, reconocen,
puede seguir presente en los integrantes mas añosos. “Para la mayoría
de los jovenes eso no incide demasiado”, afirma Waneskahian. “Yo creo
que es bueno que exista la diversidad. Hoy hay puntos de acuerdo donde
antes no existían y otros que habra que seguir subsanando, pero nada de
eso impidio el desarrollo de la sociedad. La creacion de la Comision
de Conmemoracion del Centenario del Genocidio Armenio (integrada por
diversas organizaciones) muestra que las diferencias pueden quedarse
de lado por un objetivo en común”. Y el mayor objetivo en común, mas
alla de las diferencias, ha sido exigir el reconocimiento del genocidio
sufrido y combatir el denunciado negacionismo del gobierno de Turquía.

Identidad.

La Iglesia Apostolica Armenia esta junto al colegio Nersesian. Su
cúpula, como en piramide, que alcanza los 17 metros de altura,
recuerda la cima del Ararat. Monseñor Kelendjian celebra que la
mayoría de las nuevas generaciones de armenios tomen el testigo de
la lucha contra el negacionismo, pero se queja de que las actividades
“se concentren en torno al genocidio”.

“Yo quiero que nos respeten por la identidad, la cultura, no solo
por haber sido masacrados. ¡El renacimiento empezo en el siglo X
en Armenia, mucho antes que en Europa! ¡El arco gotico tiene su
influencia directa en la cultura armenia!”, enfatiza. Kelendijan se
queja de que cada vez haya menos fieles en su iglesia: el año pasado
hubo 29 bautismos y trece casamientos, mucho menos que antes. “Por
identidad tambien me refiero al idioma, la llave de nuestra cultura.

De la gente joven, solo cien lo hablaran y unos 1.500 en toda la
colectividad. Con la cocina sola no alcanza. Ademas, el lehmeyún es
arabe, ¡no armenio!”.

Por su lado, Waneskahian, de Causa Armenia y el Vramian, sostiene que
varias instituciones impulsan movidas en pos de mantener la identidad,
profundizando el vínculo con su madre patria, que mantiene su riqueza
cultural pese a las amenazas de vecinos hostiles como Azerbaiyan,
ademas de los problemas economicos producto de dejar de estar bajo el
paraguas sovietico. Y en sintonía con el religioso, sostiene que ellas
buscan que no todo gire en torno a la masacre iniciada hace un siglo.

Hay señales de que las cosas estan cambiando. El profesor Andres
Vartabedian, del Nubarian, hoy toca puerta en el vecino Nersesian para
posar junto a la Jachkar o cruz armenia. El ingreso se le franquea sin
problemas. En epocas de mayor division eso sería impensable. Para el,
la fecha venidera tiene tres ejes importantes: el recuerdo que no
precisa reconocimiento de genocidio alguno, el reclamo en busca de
justicia y, nada menor, “que mas alla del horror, la celebracion de
la vida sobrevivio a la muerte”.

Y si bien hoy es utopico pensar en un reconocimiento turco al
genocidio, que incluiría reparaciones economicas incalculables,
hay vivencias que reconfortan. “Yo viaje al lugar donde nacieron mis
ancestros, en la Turquía que era armenia”, cuenta Roberto Markarian,
rector de la Udelar. “En esos lugares no sentí nada de odio. Yo fui
bien recibido, pese a que siempre me presente como lo que era… La
gente sabía que visitaba el lugar de mis orígenes. De alguna forma,
yo era mas de allí que ellos…”.

VIAJAN UNOS 300 URUGUAYOS POR AÑO

De acuerdo con Ruben Aprahamian, consul honorario de Armenia,
alrededor de 300 uruguayos viajan por año a aquel país. “Muchos de
ellos lo hacen en grupos de viajes organizados por las diferentes
instituciones, pero tambien existen turistas uruguayos que van por
un interes historico-cultural”.

Aprahamian destaca de Armenia “el patrimonio cultural muy antiguo
que se encuentra en muy pocas partes del mundo” y que en los últimos
tres años “comenzo a fomentarse el viaje de jovenes para que vayan a
su Madre Patria a realizar trabajos de voluntariado y de esa manera
conocer mas a fondo sus orígenes”.

El Consulado funciona de forma honoraria en Uruguay desde 2009.

“Todo armenio en el mundo trabaja por el reconocimiento (del genocidio)
y llegara algún día en que, así como hoy podemos ver a nuestra Madre
Patria libre e independiente, veremos que se de una digna sepultura
y honores merecidos a nuestros martires por parte del mundo entero”.

ACTIVIDADES PREVISTAS

Según se señala en la cuenta de Facebook del Centenario del Genocidio
Armenio, el 24 de abril el acto central sera en el Salon de los Pasos
Perdidos del Palacio Legislativo a las 18.30. A las 21 horas y en la
sala Adela Reta, la Orquesta Sinfonica del Sodre actuara dirigida por
el maestro Alvaro Hagopian. La Direccion de Correos emitira un sello
conmemorativo. Tambien habra otro encuentro en la Plaza Armenia del
Buceo. El 23 de abril habra una marcha por la avenida 18 de Julio.

MOJÓN PARA LA HISTORIA

Hace medio siglo, cuando se conmemoraban los 50 años del genocidio
armenio, redactada por el entonces diputado colorado Enrique Martínez
Moreno (lista 99), se aprobaba la ley 13.326, “Día de recordacion de
los martires armenios”. Para Gustavo Zulamian, del UGAB, “aunque la
redaccion no sea la mejor” (no se habla de genocidio ni se menciona
a los turcos) fue un mojon historico importantísimo.

ADOLF HITLER: “¿QUIEN SE ACUERDA HOY DE LOS ARMENIOS?”

“Wer redet noch von der vernichtung der armenier?” (Despues de todo,
¿quien habla hoy del aniquilamiento de los armenios?). Con esta frase
pronunciada en Obersalzberg, Adolf Hitler anunciaba el aniquilamiento
de los polacos, 10 días antes de la invasion que daba inicio a la
Segunda Guerra Mundial, en 1939.

El genocidio armenio, que aún hoy esta muy lejos de tener el
reconocimiento mundial que sí logro el Holocausto judío, tiene como
fecha de inicio “oficial” el 24 de abril de 1915. Armenia era parte
del Imperio Otomano, gobernado por los llamados Jovenes Turcos. Ese
día comenzo la detencion y asesinato de destacados miembros de la
comunidad armenia en Estambul. Muy pronto, se ordeno la deportacion
de esa poblacion a traves del desierto sirio, en donde perecio la
gran mayoría.

El gobierno de Turquía rechaza que se trate de un genocidio,
argumentando que no existio un plan sistematico de exterminio. Los
armenios alegan que no otra cosa era el panturquismo, una ideología
ultranacionalista que obligaba a “turquizarse” a todas las minorías
del imperio. Y los armenios, la primera nacion cristiana del mundo,
entonces rodeada de islamicos extremistas, estaban comenzando a tener
posiciones de privilegio en la sociedad.

En rigor, ya hacía mucho tiempo que los armenios venían sufriendo
matanzas de mano de los turcos. Categorizados dhimmi por las leyes
islamicas, eran considerados ciudadanos de segunda clase en el
imperio. A fines del siglo XIX, bajo el mandato del sultan Abdul
Hamid II, fueron masacrados unos 300 mil armenios. Y en 1909, en
medio de un enfrentamiento entre ortodoxos y reformistas turcos,
fueron asesinados otros 30 mil en la provincia de Adana.

Hoy, con una Armenia de 3,2 millones de habitantes reducida a un
territorio que es el doble que Tacuarembo, la frontera con Turquía
es custodiada en conjunto con tropas rusas. El mayor riesgo esta en
la frontera con Azerbaiyan, cuya colectividad predominante son los
turcos azeríes. Federico Waneskahian, de Causa Armenia, señala que
ese país pierde decenas de vidas de civiles y conscriptos cada año
en esa zona limítrofe.

From: A. Papazian

http://www.elpais.com.uy/domingo/siglo-resistencia.html